lunes, 21 de julio de 2008

Fiesta sorpresa

Una tarde un oso y una ardilla salieron a conversar por el espeso bosque de Grandor. Mientras caminaban observaron con admiración cómo un grupo de monos danzaba sincronizadamente e imitaba el baile que alguna vez les describieron sus padres cuando les narraban historias mientras vivieron, era la danza de los remolinos, tenía la particularidad de que por momentos todos los bailarines parecían uno solo, eran capaces de simular una ráfaga con sus ágiles movimientos.
Cuando volvieron del asombro y tras terminar la bella función, continuaron su trayecto y quisieron trepar un árbol. Estando en las ramas más altas juguetearon por un rato y sintieron tan abrumadora energía que prolongaron el tiempo de su salida pensando en que el buen plan acababa de iniciar con el espectáculo de los monos y la ascensión al yarumo en el que se encontraban. Por lo tanto se quedaron saltando allí un buen rato hasta que llegó uno de los monos que habían visto danzar momentos antes y comenzó a moverse tan sueltamente como habían observado antes. Este era un gesto de invitación al baile que creyeron ya había terminado, se trataba de un festín que apenas iniciaba. Muy contentos los dos amigos asistieron, y allí imitaron la danza de los remolinos lo mejor que pudieron, disfrutaron de la música que hacían sus propios movimientos y de una suculenta cena.
Aquella noche el oso y la ardilla durmieron satisfechos junto a la manada en los yarumos y prometieron organizar de parte suya otra fiesta para celebrar que habían ya logrado integrarse a uno de los grupos más alegres y talentosos del bosque de Grandor.

2 comentarios:

[sq] dijo...

Se me dibujó una sonrisa leyéndote, será que también poderíamos imitar tal baile???, jajajajajajaja.

Anónimo dijo...

Que rico seria poder integrarse tan facilmente como la ardillita y el oso... Me parecio espectacular, super lindo!!!