domingo, 13 de julio de 2008

Silencio

Asociado a la injusticia , al temor y hasta al dolor, es un modo de aparentar, una manifestación de la cruel intimidación. No obstante, puede ser a la par expresión de resistencia porque al callar hace gala de abstención. Se ha rezagado a espacios solitarios ajenos al bullicio de la era actual, a órdenes alejadas de la sociedad que lo acogen por albedrío y no por imposición como en el contexto común nuestro.
Hacer silencio, postura que construye más allá de lo pensado, que no necesariamente agobia y ahoga aguardando la desdicha. Disposición para internarse profundamente en las latitudes del agitado movimiento del presente y esperar, con la paz que otorga la comprensión del vivir y con la confianza que porta la sabiduría.
Admirables son aquellas actitudes genuinas que se forjan en la persecución de un auténtico camino no determinado por ningún dogma estricto propio de las débiles instituciones resquebrajadas en la era del deslumbramiento y la incertidumbre, ser un ciudadano para todo el mundo, alejarse del prejuicio que divide, siendo libre de mensajes insulsos e ideologías que "en tiempos tan modernos" limitan al humano a la uniformidad en el pensar y en el actuar y lo han distanciado de la maravillosa oportunidad de enriquecerse de la experiencia de ser sí mismo, la posibilidad de conocer desde la magnífica ruta del silencio, ese que en lugar de coartar, alivia.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Caro,totalmente de acuerdo contigo, no siempre nos ahogamos cuando se guarda silencio, porque es éste el que nos permite pensar mejor las cosas y nos ayuda a sentirnos a veces mucho mejor, aunque no te niego que guardarlo por mucho tiempo si es malo.
El silencio no es abstinencia, ni soledad... es libertad!!!, porque es el único mundo en donde podemos decir lo que pensamos sin miedo a equivocarnos.
Me fascino, genial!!!

[sq] dijo...

No fue sólo un poquito de tí... fue lo más representativo, lo más temido, lo más aborrecido... lo más... lo más llorado...