martes, 17 de febrero de 2009

La ironía puede hacer parte de nuestra comprensión de la existencia, aquello que has desencadenado pronto volverá a tu escenario tan sólo para que aprendas.

lunes, 2 de febrero de 2009

La transición

Esculcando en el fondo
y tocando el lodo
como enterándome de que el agua moja,
me ha encontrado el hastío y ahora acompaña mi congoja.

Entre más fango piso, me doy cuenta
de que lo pueril y lo tedioso de la decepción testaruda
me ha mantenido allí, en el estanque de la queja
mientras lágrimas y pulsiones luchan en su salida.

Percibo entonces la turbación de mi asombro
la invasión de la hostilidad
el veneno de la llaga sin sanar
la incertidumbre en la que me acostumbré a andar.

Incertidumbre que divaga por mis sueños
y va mutilando los tercos empeños
haciendo que una luz en mí inconstante,
me conduzca cíclicamente
de la realización a la carencia.

miércoles, 28 de enero de 2009

Sin nombre

Cuando intentas soñar que te elevas
y recuerdas que al hoyo has caído
te cuesta reconocer que
el desconsuelo puede ser vencido.

Si el desconcierto ha arrasado
todo el polvo mágico de las estrellas
en tus ojos, habrá siempre niebla
que opaca tus sueños de doncella

Estás en lo profundo de un abismo
entre el deseo y la tragedia,
a lo lejos divisas una llamarada débil
que solo te indica que aún no estás cerca
de una experiencia de reconciliación,
ni de volver a entregar el corazón...

domingo, 11 de enero de 2009

Todo es según los lentes

Tal vez sea una corriente de optimismo que embarga por la exaltación de los primeros días con unos nuevos lentes, tal vez se vaya cuando me acostumbre a ellos, tal vez debo cambiar a menudo de panorama para no fatigarme, tal vez soy demasiado volátil, tal vez mi lugar no está aquí, tan sólo en lo que mis nuevos lentes puedan ofrecerme mientras estén nuevos...

martes, 30 de diciembre de 2008

Proepílogo

Bastante, ya he resistido y me hiere saber que he decaído para seguir resistiendo. En medio de mi control y descontrol continúo buscando un no sé qué por el que aguardo desde que me siento incompleta y seca, cuando en mi trasegar circular vuelvo al punto de aspereza que hoy vuelve a impactarme y me impulsa a dar vueltas, más vueltas sobre el mismo asunto. Cada reflexión me conduce a una siguiente como unión de túneles cuya salida solo tiene localizada mi esperanza y la sabiduría que duerme entre mi silencio y mi inquietud, ahí está, esperando por mí mientras deliro y ansío, muero y renazco.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sed

La maleza acapaba espacios mientras ágilmente trataba de escapar de aquel escenario cruel de su pérdida, qué perdía? Lo que había construido hace mucho tiempo, ahora se esfumaba con el viento y ella permanecía desesperada y huía de la sensación de desamparo. Mas la maleza que la rodeaba no le permitía mirar su horizonte ni por lo tanto, hallar destino, simplemente corría con el reloj del miedo. La mujer quería llegar a aquel lugar en el que se habría ya alejado suficientemente del acecho del arrebato final, cuando sus promesas del pasado ya se habían roto. Y la sed de amor y calma se volvía intensa mientras corría despavorida, se sentía frágil, humillada, insulsa, en qué momento había llegado a esta situación? Fue el cruce de varios rumbos, el de la zozobra y la amargura, la inseguridad y el pesimismo, ellos fueron su orientación en ese momento, los que la indujeron a buscar suelo nuevo, un panorama más en su recorrido sediento.

domingo, 24 de agosto de 2008

Viajera

Una paloma hechizada por la luz de la plateada madre nocturna alzó vuelo hacia su hogar demorando el recorrido más de lo normal. Danzaba al compás de una melodía inspirada por el brillo lunar e inventaba poemas que sólo un ave podría imaginar, la sensación de esplendidez inigualable aquella noche le hacía olvidar de un monótono camino a casa. Allí la esperaba un palomo y su hijita, que crecía entre cantares y la calidez de una familia alegre con la vida, sus padres más que enseñarle a volar como lo hacen todos los de su especie le ensañaban algo más importante, ser libre. Entonces cada que la palomilla quería aventurarse a recorrer una distancia más larga que la normal se lo permitían para que ella comprobase que las limitaciones son mitos que la mente no para de inventar, e insistían en que sus alcances dependían de sí misma.
En la ocasión particular que se narra desde un principio, la madre paloma se sentía colmada por una frescura confortable, volaba sintiendo la tenue brisa que en esos instantes le hizo recordar los deleites de sus años juveniles, cuando viajar en las noches de luna era una velada especial porque entonces se sentía en el esplendor de su existencia.
Esta vez quiso danzar en el aire como antes, sentirse liviana y eterna como la compañera celeste que permanecía allí igual que siempre, encantadora. Aquella noche, la adulta paloma renovó la promesa que alguna vez hizo en un escenario similar, había jurado que el hogar que fundaría sería auténtico y ahora prometió fidelidad al hermoso astro, asegurando que en su próxima mudanza haría una casa en la que todas las noches en que brillara pudiera honrarala en una velada ahora junto a su familia, para mirar sin obstáculos esa luz que tanta insipiración transmitía. Se trasladaría a una alta rama del espeso bosque en que vivía y allí estaría por siempre y con ellos, extasiada.