miércoles, 17 de septiembre de 2008

Sed

La maleza acapaba espacios mientras ágilmente trataba de escapar de aquel escenario cruel de su pérdida, qué perdía? Lo que había construido hace mucho tiempo, ahora se esfumaba con el viento y ella permanecía desesperada y huía de la sensación de desamparo. Mas la maleza que la rodeaba no le permitía mirar su horizonte ni por lo tanto, hallar destino, simplemente corría con el reloj del miedo. La mujer quería llegar a aquel lugar en el que se habría ya alejado suficientemente del acecho del arrebato final, cuando sus promesas del pasado ya se habían roto. Y la sed de amor y calma se volvía intensa mientras corría despavorida, se sentía frágil, humillada, insulsa, en qué momento había llegado a esta situación? Fue el cruce de varios rumbos, el de la zozobra y la amargura, la inseguridad y el pesimismo, ellos fueron su orientación en ese momento, los que la indujeron a buscar suelo nuevo, un panorama más en su recorrido sediento.