miércoles, 28 de enero de 2009

Sin nombre

Cuando intentas soñar que te elevas
y recuerdas que al hoyo has caído
te cuesta reconocer que
el desconsuelo puede ser vencido.

Si el desconcierto ha arrasado
todo el polvo mágico de las estrellas
en tus ojos, habrá siempre niebla
que opaca tus sueños de doncella

Estás en lo profundo de un abismo
entre el deseo y la tragedia,
a lo lejos divisas una llamarada débil
que solo te indica que aún no estás cerca
de una experiencia de reconciliación,
ni de volver a entregar el corazón...

2 comentarios:

Sebastián dijo...

Estamos atravesados constantemente por innumerables, inexplicables y, en algunos casos, hasta indecibles contradicciones... si estamos bañados de gloria y nos hallamos en la cúspide de lo que para cada uno de nosotros puede ser o sea considerado "éxito" en algunos casos la arrogancia suele también hacernos presa suya y nos convertimos en seres triunfalistas que olvidan el largo y arduo camino que nos fortificó y que incentivó el forjamiento de los triunfos, de las alegrías... olvidamos personas, situaciones, experiencias, olvidamos incluso lo que estuvo a nuestro favor y nos elevamos en un pedestal del cual nos creemos inamovibles... desdeñamos las experiencias que fueron aciagas en dicho camino y atribuímos a "otros" dichos tropezones, culpándoles erróneamente por nuestras caídas previas... olvidamos que lo malo también fue elixir fortalecedor de nuestro trasegar... eso sucede en algunos casos...
Por otra parte, cuando estamos "caídos en desgracia", por así decirlo, nos olvidamos que existieron cosas buenas, que hubo alegrías pasadas que permitieron que explotáramos y diéramos lo mejor de sí... todo se nubla alrededor nuestro, nos sentimos arrojados a un foso profundo y oscuro que no tiene salida, que carece de luz.
Eso es lo contradictorio del ser. En la desgracia, creeremos no poder salir avantes de ella... y en la alegría, olvidamos lo malo o lo endilgamos a otros/as y creemos a su vez - siguiendo la lógica de lo acaecido durante la desgracia - que no volveremos a decaer. Diría yo que en ambos casos sobreviene una especie de soberbia... soberbia para no asumir la adversidad con mayor madurez, y soberbia para no reconocer que de nuestro dicotómico transcurso - lo bueno y lo malo mixturados - se logró encontrar muchas ganancias que fraguaron el éxito que esté bañándonos en momentos cúspides.
Todo lo anterior, con respecto a todo el escrito, pero principalmente referente a las dos primeras estrofas o párrafos.
Centrándome en el último, diré que quien en esencia es, no cambiará... o mejor dicho, la esencia que poseamos desde nuestro primer día terrenal no cambiará suceda lo que suceda... prometemos cambios, prometemos modificaciones, pero al fin y al cabo, la evidencia acaecida durante el trasegar paulatino nos va demostrando que la esencia, ese tesoro o veneno (depende según el tipo de persona cuál sea maravillosa o funesta) no cambiará por muchos tropezones, por muchos ocasos fúnebres y aciagos, por muchas enseñanzas que quizá se nos pretenda dar... con esto quiero decir que para quien es Bello/a en su Corazón, para quien posee un Bello Corazón (Belleza es lo sublime, la articulación entre interno y externo, por otra parte, hermosura es sólo algo superficial, aquí me refiero a gente Bella, puedo citarte en este Lugar a ti, mi Estimada Autora) así tema en entregarlo, algún día lo entregará nuevamente, no porque sea costumbre, sino porque en esencia, no dejará de ser Bello, cargado de anhelos puros y nobles... allí, difícilmente obrará la frialdad, la maldad estará anulada e impedida para obrar... lo que es no deja de ser... mejor dicho, la esencia es perenne... las actitudes son efímeras, y podemos dibujar miles de actitudes a lo largo de lo que podamos vivir...

Buen escrito... espero que sigas escribiendo muchos más.

Anónimo dijo...

Me sorprende el comentario de sebastián... no me sorprende tu escrito porque quizás entiendo un poco, no mucho, el transfondo... para él eres una mujer bella... wow!, me sigue sorprendiendo, pero me inquieta, me extraña, no sé... qué puedo decir?.... no sé..., caro dónde estás???